Seremos menos si Azcón gobierna en Aragón

Álvaro Salesa, alcalde de Castiello de Jaca

Desde hace unas semanas, el flamante candidato a la presidencia del Gobierno de Aragón, a la sazón alcalde de Zaragoza, se pasea junto a su séquito por territorio desconocido. No para nosotros, que lo conocemos, que lo habitamos desde niños, y lo cuidamos como ese tesoro que nunca dejaríamos a un lado. Desconocido para él, que ha estado más de tres años sin salir de su zona de confort.

¡Ay amigo! Cuando uno sale al mundo, cuando se da de bruces con la realidad, descubre que nada era tan maravilloso como imaginaba desde su atalaya.

Si no, ¿en qué cabeza cabría decir una cosa en territorio turolense y lo contrario en territorio altoaragonés? Y es que Motorland será “una apuesta indudable y decidida” según Jorge Azcón porque “la inversión se multiplica”. Tú pones 7 y se generan 40 millones de euros. Cojamos ahora esas dos frases y llevémoslas a uno de los sectores clave de nuestra provincia: podrían aplicarse a la nieve, uno de nuestros principales motores económicos, que aún será mayor si llegan los fondos europeos para la unión de estaciones.

Él criticó esos fondos y a qué se iban a destinar, continúa poniéndolo en duda, en incluso que sean una realidad. Solo busca crispar mezclándolo todo. Lamentablemente para él, es un proyecto avalado por los alcaldes, algunos de su propio partido, y consensuado con los representantes empresariales y los vecinos.

Mientras sea enfangar, que salga el sol por donde quiera: pide a los suyos que no se posicionen, y estos van y se abstienen en Sabiñánigo. Pero es más de locos lo que ocurrió en Jaca: el PP presentó una moción que pedía “llevar a cabo el proyecto estratégico de la unión de estaciones” y “el desarrollo de todas las inversiones necesarias y los medios precisos para que las estaciones de esquí estén al mejor nivel”. Eso sí, se abstuvieron cuando el PSOE les instó a que pidieran a sus compañeros del resto de Aragón que no judicializaran las ayudas.

No puedo sino recordar la pataleta de niños que ha llevado a retrasar la llegada de las ayudas provenientes de Europa que tanto ha criticado Jorge Azcón: no le concedieron una subvención que había solicitado para la ciudad de Zaragoza y lanzó el mantra de la politización a la hora del reparto de los fondos. Pues bien, entre las regiones que más están recibiendo, son mayoría las dirigidas por el Partido Popular.

Volviendo a las dos frases (“una apuesta indudable y decidida” y “la inversión se multiplica”), bien podríamos llevarlas también a la Estación de Canfranc, que ha contado con una importante inversión para recuperar usos y darle, además, una opción de futuro como hotel a una parte de una infraestructura pública. Futuro también para los habitantes de esta zona, pues genera empleo directo tanto la rehabilitación de la estación, la plataforma ferroviaria, la urbanización del entorno… como el hotel, que a buen seguro atraerá a miles de clientes al cabo del año. Es necesario personal para mantener en marcha la maquinaria. ¿No genera eso una inversión que se multiplica?

Es más, a mí me suena mucho, utilizando el mismo símil futbolístico del que tanto está abusando últimamente el alcalde de la capital de todos los aragoneses, al pelotazo de la Romareda: 7 décadas de cesión por derecho de superficie a una empresa privada para el uso de una infraestructura pública. O lo que es lo mismo: el 100% del edificio pasará a ser propiedad del Real Zaragoza durante un máximo de 75 años. Una privatización en toda regla.

Pero continuando con su tourné rural, lo que no alcanzo a entender es cómo, recorriendo varios pueblos y hablando con sus gentes, el regidor zaragozano cierra los ojos a toda esa realidad que se despliega ante él. Vale, le concedo el hecho de que más de la mitad de la población vive en su ciudad, pero ¿Y el resto? ¿No somos aragoneses? ¿No tenemos los mismos derechos que en la gran urbe? ¿No deberían nuestros ayuntamientos recibir una financiación acorde a su situación?

¡Están locos estos romanos! Repetía Obélix. Y razón no le faltaba. Caesaraugusta pide más. Su gobernador quiere mayor financiación. Pero no olvidemos que su colonia romana recibe del Estado más del doble que el resto de municipios de Aragón.

Me atrevería a pedir que esa financiación sea inversa: a mayor población, menor cuantía. A menos vecinos, más financiación para los ayuntamientos. Porque debemos mantener unos servicios públicos de calidad con menos ingresos. Somos pocos, pero seremos menos si Jorge Azcón gobierna en Aragón, porque solo piensa en Zaragoza, aunque no sé si en su futuro o en sus votos.