La Comisión Ejecutiva Provincial del PSOE Alto Aragón analizaba este lunes los resultados de la consulta a la militancia en los centros de votación que se habilitaron en diferentes puntos de la provincia de Huesca. El Secretario General, Fernando Sabés, mostraba su satisfacción por la “elevada participación de los socialistas en la provincia de Huesca, 10 puntos por encima de la media regional, alcanzando el 61’1% de la militancia” y, apuntaba, “con un resultado que avala sin lugar a dudas los acuerdos para que nuestro país cuente de nuevo con un gobierno de progreso liderado por el PSOE: algo a lo que dijeron sí más del 91% de los militantes que votaron”.
Una movilización “muy importante, que se dio en todas las comarcas altoaragonesas, lo que demuestra el compromiso de los afiliados socialistas con el partido, así como la fuerte implantación del PSOE en nuestro territorio”.
Sabés recordó que en los últimos 4 años, gracias a las medidas impulsadas por el gobierno liderado por Pedro Sánchez “España tiene hoy estabilidad política y social, nos encontramos en niveles récord de empleo, se han mejorado las condiciones laborales, y somos referente internacional en derechos y libertades. Para seguir esa senda, nuestro país necesita un gobierno fuerte que apueste por el diálogo, la concordia y la convivencia”.
Porque, señalaba, “el 23 de julio el mensaje fue claro. La sociedad dijo no al retorno de las políticas injustas que solo vuelven cuando gobierna el PP: recortes, retrocesos, desigualdad y confrontación territorial”. Aunque, continuaba, “también dijo sí al diálogo y al acuerdo, a la plurarlidad y diversidad territorial, sí a la continuidad de la agenda que el PSOE lidera desde hace cinco años”.
La Ejecutiva Provincial del PSOE condenaba “el clima de enfrentamiento social al que está incitando la derecha al ver que no ha conseguido electoralmente desbancar a un gobierno socialista, que es lo que les decían la mayoría de las encuestas, demostrándose que esta sociedad es libre a la hora de participar en un sistema democrático tan fuerte como es el español”.
La actitud del Partido Popular y Vox, concluía, “no se puede comprender si tenemos en cuenta que el propio Feijóo reconoció contactos con Junts. El PP pasó de llamarlos golpistas en campaña electoral a asegurar en agosto que su legalidad no estaba en duda, y en septiembre admitieron que había escuchado sus planteamientos. Cuando vieron que las cuentas no salían para la investidura, volvieron a cambiar de idea”.