El PSOE del Alto Aragón reivindica mayor apoyo de las instituciones para los fruticultores de la provincia

“Mientras el consumidor paga un producto caro, el agricultor que lo produce no puede vivir con lo que recibe por la venta de su fruta” señala Begoña Nasarre, candidata al Congreso. Por eso, Antonio Cosculluela, pide que “el trabajo en el campo sea reivindicado. No podemos permitir esta situación, debemos ponernos en marcha ya para solucionarlo”.

Los candidatos al Congreso y al Senado por el PSOE del Alto Aragón visitaban este martes la localidad de Fraga. Junto al portavoz socialista en el Ayuntamiento fragatino, Ángel Sorolla, conocían las instalaciones de Excelsior Fruit y Zucasa y mantenían un encuentro con representantes del sector agrario del Bajo Cinca. Sobre la mesa se ponía el futuro de este sector, que vive una situación “grave, con un futuro muy complicado si no recibe más ayudas de las instituciones” explicaba Begoña Nasarre, candidata al Congreso.

Nos estamos encontrando con personas que tienen que dejar el sector completamente arruinados. Cada vez es más grande el diferencial entre lo que se paga por la fruta y lo que realmente reciben los fruticultores, estamos hablando de un 600%” aseguraba Nasarre, quien añadía que “si a esta diferencia sumamos el continuo aumento de los costes, no es de extrañar el hecho de que cada vez más pequeñas y medianas explotaciones cierren sus puertas”.

Ángel Sorolla, portavoz socialista en el Ayuntamiento de Fraga, pedía “poner sentido común a la situación, es ilógico que mientras el consumidor paga un producto caro el agricultor no tenga para vivir con lo que recibe por la venta de su fruta”. Y aunque cree que “aún estamos a tiempo de poner en marcha medidas que garanticen la viabilidad de estas explotaciones, es extremadamente urgente que se tomen decisiones. Debemos garantizar que los productores de fruta puedan tener un futuro y, con ellos, el medio rural”.

Sorolla explicaba que entre los agricultores, además del problema generalizado, hay dos sectores muy afectados: “por un lado aquellos que están cerca de los 60 años, que se están viendo obligados a abandonar sus explotaciones, poniendo en riesgo sus pensiones, porque no obtienen rentabilidad alguna y sí muchos costes que pagar. Y por otro están los jóvenes que se incorporan al sector con subvenciones y que, al poco tiempo de haberse incorporado, ya solo piensan en que pasen los 5 años a los que están obligados a mantener la actividad, porque no tienen para vivir de manera digna”.

Antonio Cosculluela, candidato al Senado, pedía que “el trabajo en el campo sea reivindicado. Los que viven y trabajan en este sector, no solo lo hacen para ganar dinero, sino también para poder tener una vida digna. Y ahora mismo eso, en la fruticultura, es cada vez más difícil”.

Cosculluela recordaba que “la fruticultura supuso un gran avance y progreso, que a su vez se tradujo en movimiento económico para las zonas rurales, permitiendo a muchas familias vivir en estas de una manera digna. Fijó una población que ahora se ve obligada a marchar por la falta de rentabilidad. No podemos permitir esta situación, debemos ponernos en marcha ya para solucionarlo”.